Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

viernes, 22 de agosto de 2014

Cambio de opinión

Esta mañana, cuando vi el chiste de Forges en El País me pareció exagerado. Un chiste fácil, perezoso y demagógico.


Esta tarde recibí una carta de la Dirección General de Tráfico informándome de que he cometido una infracción. Fue el pasado 2 de agosto en una carretera cercana a Ferrol. Al parecer circulaba a 63 km/h por un tramo limitado a 50 km/h. Hay una foto del coche y un montón de datos técnicos para demostrar que el radar chivato es de lo más fiable. Vale, lo acepto. Supongo que el hecho es cierto, que circulaba 13 km/h más rápido de lo permitido. De lo que estoy seguro es de que no puse en riesgo ni la vida de mi familia ni la de ninguna otra persona que se cruzara en mi camino. Entre otras cosas porque aquel día apenas encontré tráfico en la carretera. De hecho, en la foto que manda la DGT como prueba no se aprecia ningún otro coche en la escena aparte del nuestro.


¿Cuál sería una multa proporcional a una infracción de este tipo? A mí me parece que debería ser algo testimonial. Una advertencia en el sentido de “tenga usted cuidado” o “sea más respetuoso con las señales”. De 20 a 30 euros me parece una cantidad correcta. Para cubrir los gastos infringidos (foto, mandar la carta informando de la infracción, etc.) y algo más. Pues no. La DGT valora la infracción en 100 euros. Toma ahí. Pero si eres bueno y pagas rápido y sin protestar te lo dejan en 50 euros. Y ahora que me digan que no es afán recaudatorio. El chiste de Forges, puro realismo social. Una denuncia necesaria.

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