- Luka Doncic, un plusmarquista de 17 años (5 de diciembre)
- Doncic, nuevo icono del Lasismo (8 de diciembre)
- Luka Doncic, la gran eclosión (11 de diciembre)
Supongo que el sentimiento de nostalgia que me inspira Luka Doncic tiene que ver con el recuerdo de Raúl, un alumno al que le di clase hace dos años en 4º ESO. Es de 1999, la quinta de Doncic. De hecho compartieron habitación en una residencia cuando jugaban en las categorías inferiores del Real Madrid, uno al fútbol y el otro al baloncesto. Un día, a raíz de un comentario sobre la NBA, surgió este diálogo:
- Maestro, a tí lo que te gusta es el baloncesto, ¿no?
- Sí.
- ¿Y de qué equipo eres?
- Del Real Madrid y de los Boston Celtics
- ¿Sabes quién es Luka Doncic?
- Me suena su nombre. Es un chavalín de la cantera del Madrid que dicen que es un figura. ¿Es ese? Nunca lo he visto jugar.
- Sí. Yo lo conozco, compartíamos habitación en la residencia.
- ¿Y es tan bueno como dicen?
- Buahh, es un crack. A mí me regaló sus zapatillas.
- Qué detalle.
- Es que firmó con XXXX (marca deportiva) y a mí me regaló las antiguas.
Y por esos derroteros siguió la conversación. A Raúl le gustaba sacar a relucir su pasado en la cantera del Madrid. Con quince años ya tenía un pasado de futura promesa. Ese año jugaba en la cantera del Córdoba, el anterior había jugado en la del Málaga, el anterior en la del Madrid... y hasta ahí llegan mis conocimientos. Desde luego la trayectoria no parecía muy prometedora pero le otorgaba un halo de estrella entre sus compañeros. Y eso que no era el único futbolista de la clase. Había otros tres alumnos que también jugaban en las categorías inferiores del Córdoba. Los cuatro se alojaban en una residencia pública regentada por la Junta de Andalucía cercana al instituto.
Cuando llegó el mes de septiembre del curso siguiente (el año pasado) sólo dos de los cuatro futbolistas se matricularon para bachillerato. Ninguno era Raúl. Pregunté por él, si había decidido estudiar en otro instituto, o tal vez un ciclo formativo, o quizás lo había fichado un equipo de otra provincia... Nada de eso. Se había matriculado en el instituto de su pueblo y estaba sin equipo.
Me impactó la noticia. No sé si la decisión fue voluntaria o impuesta. Volver con dieciséis años al pueblo. Tiene que ser duro. O no, a lo mejor es un inmenso alivio. En cualquier caso no puedo disociar a Doncic de Raúl. Imagino a este último viendo por la tele a su antiguo compañero de habitación triunfar a lo grande. ¿Qué se sentirá? ¿Cuántos raules hacen falta para que surja un Doncic?
Piti Hurtado ha preparado este vídeo para homenajear a la joven estrella eslovena. De fondo suena Alphaville cantando forever young. Nada más apropiado. Cuando nos lleguen los ecos de sus hazañas en la NBA recordaremos que nosotros lo vimos crecer, recordaremos las perlas que nos está regalando a diario esta temporada, lo recordaremos tal y como es ahora: forever young. ¿Hay alguien capaz de ver este vídeo y no sentir nostalgia?
Viendo ayer el partido España-Eslovenia recordé haber leído algo sobre este jugador en alguno de los blogs que suelo visitar.
ResponderEliminarY era aquí.
Nada, era solo por decirle a ese alumno tuyo que llevaba razón: un crack.