Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

domingo, 13 de octubre de 2013

Pedro y el blog

El jueves nos enteramos de que íbamos a tener otro niño. Si hubiera sido niña se habría llamado Luna. Un par de días o tres antes de saber que estaba embarazada, la noche del 22 de junio, Sonia contempló la super luna y decidió que ese era el nombre que le gustaría para una niña. Cuando supo de su embarazo me propuso un trato: si es niña le ponemos Luna, si es niño lo eliges tú.

Pues es niño y no tenía nombre. Lo importante es que todo va como debe ir, según nos informó la ginecóloga. Esa tarde estuve pensando en nombres para la criatura. En principio no tenía prisa por buscarle uno, pero tras varias semanas llamándola Lunita se me hacía raro dejar de tener un nombre con el que referirnos a ella.

Pedro. Es un nombre que ya me gustaba para Héctor. Sonia da el visto bueno. Consulto listas de nombres por si acaso. Hay algunos nombres que parecen más bonitos pero no me imagino llamando así a mi hijo. A mi hijo lo imagino Pedro.

Pedro y Héctor. Héctor y Pedro. Dos sílabas. Las mismas dos vocales en el mismo orden. Comparten más de la mitad de los fonemas. Dos nombres muy diferentes pero con un importante sustrato común. Igual que espero sean los hermanos.

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Hoy ha venido mi familia a comer a casa para celebrar mi santo y le hemos dado la noticia. No quería dársela por teléfono y menos aún que se enterasen a través del blog. Por esa razón me quedé con las ganas de escribir esta entrada el jueves por la noche.

Es curioso esto de tener un blog y de que te puedan leer. Nunca pensé que tuviera repercusiones prácticas más allá de pasar un rato entretenido pensando sobre lo que voy a escribir. Mi hermana me ha regalado el libro La invención del Big Bang, de Jean-Pierre Luminet. Está claro que el blog es algo más que un soliloquio.

lunes, 7 de octubre de 2013

Así lo hacen

Una de las causas más irritantes del mal funcionamiento del sistema educativo español es la falta de voluntad política para diseñar un sistema sensato y estable. A nuestros dirigentes les encanta legislar sobre el tema. Ningún presidente de gobierno deja pasar la oportunidad de imponer su propia ley orgánica de educación. Subrayo el determinante porque, efectivamente, son sus leyes. No se redactan teniendo en cuenta las necesidades de los ciudadanos y la realidad social. No señor. Las leyes se promulgan para contentar al sector más ideologizado (¿idiotizado?) de cada bando. La realidad no cuenta. Sólo la propaganda y los eslóganes de ideología barata.

El otro día, queriendo confirmar esta noticia publicada por El Mundo, entré en la página del Congreso de los Diputados. En ella se pueden descargar y leer los diarios de sesiones de todas las comisiones, incluida la de Educación. Yo esperaba encontrar una discusión pragmática y práctica sobre las enmiendas presentadas a la futura nueva ley, un debate en el que se analizaran los pros y los contras de cada medida con datos y experiencias constatadas. Bueno, tal vez no esperaba tanto. Pero lo que seguro no esperaba era encontrarme con un concurso de monólogos a cual más alejado de la realidad sobre la que van a legislar. Para que os hagáis una idea copio el inicio de cada intervención (las negritas son mías):

El señor ÁLVAREZ SOSTRES (Grupo mixto): Señorías, sin más entro en materia porque el tiempo apremia. Esta es la primera sesión de la Comisión de Educación para debatir el texto de la Lomce, estamos en unos momentos transcendentales para la educación española y para nuestro país. Voy a tratar de exponer mis observaciones en forma de enmiendas al proyecto, más allá de que en fase de ponencia se me haya aceptado alguna. En el propio preámbulo de la norma que aquí nos trae en forma de exposición de motivos se incide en que el sistema escolar influye poderosamente en la transformación de la sociedad. Es cierto que la escuela no tiene exclusivamente esta función, porque en realidad es una tarea que tiene la sociedad civil con una vocación universalizadora. Hasta el punto que sin la sociedad civil no habría transformación educativa.
Tras las sucesivas normas educativas de los últimos treinta años y en medio de una profunda crisis económica y de valores, no podemos despreciar la ocasión que significa cambiar y apuntalar el marco normativo y, en su caso, revisar los soportes, la distribución de volúmenes y el propio decorado de algunas habitaciones del edificio escolar, que inevitablemente se deteriora con el transcurso del tiempo o luce de una forma que puede ser perfectamente revisable por los legisladores y gestores educativos. Nadie —y menos en nuestro país— puede desperdiciar el talento de los ciudadanos, en su caso el de los alumnos, porque significa la base del desarrollo económico y social del país. Por eso los objetivos contemplados en esta revisión de la legislación escolar deberían o bien ser cuestionados parcial o totalmente, pero con alternativas de manera explícita y concreta por las fuerzas políticas, o bien ser asumidos por las fuerzas políticas explícitamente. (¿Me lo explican? Menos mal que el tiempo apremia porque es difícil utilizar más palabras para decir menos.)
La señora PÉREZ FERNÁNDEZ (grupo mixto): Señorías, hemos presentado un grupo de enmiendas a este bloque que estamos debatiendo y las centramos fundamentalmente en las competencias autonómicas que, desde nuestro punto de vista —y según plantea la modificación de la ley que propone el Grupo Popular—, se disminuyen con respecto a lo que tenemos en la actualidad, lo cual, a nuestro juicio, para comunidades autónomas como Galicia, que en cuestiones del currículo y en lo que afecta a la lengua, representa que las competencias que se tienen actualmente se vean muy mermadas.
La señora SÁNCHEZ ROBLES (Grupo parlamentario vasco): Señorías, el debate a la totalidad del pasado 16 de julio, con 11 enmiendas a la devolución del proyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, ha
puesto de manifiesto que este proyecto de ley supone un ataque a la igualdad de oportunidades y un retroceso en la equidad y en la calidad de la educación. Asimismo conlleva una clara transgresión de las competencias de las comunidades autónomas, llegando incluso en algunos casos a la alteración del sistema lingüístico educativo. Por otra parte, ha sido elaborado con la oposición manifiesta de la comunidad educativa. Varios grupos parlamentarios entendemos que determinadas leyes, entre otras las relativas al sistema educativo, necesitan de una amplia transversalidad de carácter ideológico. Precisamente esta virtud es la que les otorga perdurabilidad, cualidad absolutamente deseable en esta materia. (Al menos Sánchez Robles sabe expresarse, lo que parece ser una rareza entre nuestros representantes. Además, en el resto de su intervención defiende medidas concretas, no vaguedades mitineras).
El señor MARTÍNEZ GORRIARÁN: La verdad es que cuanto más profundizamos en este debate más desconcertante me resulta, tanto que hay momentos en los que me he perdido por completo y no sé exactamente qué es lo que estamos discutiendo y para qué. Esto no deja de ser paradójico en una ley tan importante como es la de educación, uno de cuyos objetivos tendría que ser la claridad. Nos encontramos con un proyecto de ley —ya lo comentado otras veces pero supongo que hay que volver a repetirlo— que es en realidad una corrección parcial de la LOE, que a su vez fue corrección parcial de la Logse. En nuestra opinión, esta ley, en vez simplificar y de ser más clara, más comprensible y, por tanto, más fácil de desarrollar reglamentariamente, parece un reglamento, que entra en cuestiones de detalle, improcedentes en una ley orgánica, y crea una complicada estratificación de leyes que remiten unas a otras. El resultado es una ley de una complejidad que no tiene que ver con sus objetivos políticos ni educativos, sino con su propia gestación y con los objetivos que quiere conseguir el Gobierno, que no me parece que sean precisamente los de la educación, porque cada vez se ha ido alejando más una cosa de la otra. (Ole, ole y ole. Este señor sí me representa. No podría estar más de acuerdo).

La señora GARCÍA ÁLVAREZ (Izquierda plural): Señorías, faltar a la verdad, mentir en el Parlamento, sede de la representación ciudadana, es un hecho grave, muy grave. Por eso, al inicio de mi intervención quiero, como grupo parlamentario, renovar el compromiso que, junto con otras fuerzas parlamentarias, suscribimos el pasado agosto. Nosotros y nosotras, hombres y mujeres que integramos el Grupo de La Izquierda Plural, cuando adquirimos un compromiso con la ciudadanía lo hacemos con todas las consecuencias y no vamos a defraudarles ni a engañarles. El debate de las once enmiendas de totalidad al proyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa puso de manifiesto que este proyecto de ley suponía un ataque a la igualdad de oportunidades y un retroceso en la equidad y en la calidad de la educación pública. Conlleva asimismo una clara transgresión de las competencias de las comunidades autónomas, llegando incluso en algunos casos a la alteración del sistema lingüístico educativo. Por otra parte, ha sido elaborado con la oposición manifiesta de la comunidad educativa. La gran mayoría de los grupos parlamentarios entendemos que determinadas leyes, entre otras las relativas al sistema educativo público, necesitan de una amplia transversalidad de carácter ideológico. Es precisamente esta virtud la que les otorga perdurabilidad, cualidad absolutamente deseable en esta materia. Iniciamos la recta final de la tramitación del proyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, que probablemente concluirá con los únicos votos del grupo parlamentario que apoya al Gobierno, despreciando el diálogo y la búsqueda del consenso necesario con el resto de fuerzas políticas, por lo que este proyecto de ley del Gobierno no puede ser en ningún caso la ley que necesita el sistema educativo público, que necesita el sistema educativo español. Por todo ello, la mayoría de los grupos parlamentarios, en este caso el grupo de La Izquierda Plural, hemos acordado que en el primer periodo de sesiones de la próxima legislatura procederemos a derogar la Lomce y a paralizar de forma inmediata su aplicación y trabajaremos todos juntos para elaborar una nueva ley que cuente con el máximo consenso parlamentario y de la comunidad educativa. (¡No han parido la nueva ley y los hombres y mujeres de Izquierda Plural ya amenazan con la siguiente!)

¿Para qué seguir? Quién quiera entrar más en detalle puede consultar la sesión completa en esta dirección:
 http://www.congreso.es/public_oficiales/L10/CONG/DS/CO/DSCD-10-CO-405.PDF

Hasta el blog se desconfigura con tanto desvarío. La charlatanería desborda los márgenes habituales. Dejémoslo aquí.

martes, 1 de octubre de 2013

¿Cómo explicar lo inimaginable?

La ciencia contemporánea ya no nos da imágenes que se puedan representar; el mundo que nos abre está mas allá de toda imagen posible.
Así comienza Italo Calvino el prólogo a su libro Memoria del mundo y otras Cosmicómicas. Yo voy más lejos y opino que el mundo que nos descubre la ciencia está más allá de toda imaginación posible. Al menos sobrepasa mi capacidad de imaginación. He recordado el libro de Calvino al preparar el material con el que voy a intentar explicar en clase el origen del universo.


¿Cómo explicar la teoría del Big Bang si ni yo mismo la comprendo? Puedo enunciarla como un dogma de fe. El universo se originó de esta forma porque lo dicen los científicos. Y hasta que los científicos cambien de opinión esto es lo que se debe saber para aprobar los exámenes de naturales.

¿Hay alguien capaz de imaginar esa sigularidad inicial en la que estaba todo concentrado antes de que el universo existiera? Mi imaginación es capaz de aceptar la no existencia de espacio, pero ¿y el tiempo? Me resulta imposible imaginar/aceptar la no existencia de tiempo. ¿La singularidad no tuvo duración?

Es fácil comprender a quienes hace dos mil años se negaban a aceptar que la Tierra es redonda. También a los que hace cuatro siglos negaban que la Tierra se mueve. ¿Cómo aceptar que nos movemos a una velocidad de 1200 km/h rotando sobre nuestro eje o a más de 100.000 km/h en nuestro trayecto alrededor del Sol sin que notemos nada de nada? Lo extraño, si lo pensamos bien, es aceptar cosas que no se comprenden ni se imaginan.

El hecho de que la teoría del Big Bang haya sido comúnmente acepatada por el conjunto de la población, en apenas unas décadas y sin controversia alguna, me parece un avance extraordinario en el desarrollo humano. La ciencia y los científicos han alcanzado tal prestigio que han suplantado a los profetas a la hora de explicarnos la realidad en la que vivimos y de aventurar el futuro que nos espera. Ya no hace falta que seamos capaces de comprender las demostraciones científicas. Harían falta horas, tal vez meses de estudio para tratar de comprenderlas. No hay tiempo ni voluntad. Si lo ha publicado Science o Nature es suficiente. Palabra de científico.

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Esto es lo que sucede cuando a uno le ponen a dar clases de una materia que no es su especialidad. Me molesta no comprender lo que explico (en este caso no lo explico, lo enuncio). En el fondo me molesta no saber de tantas cosas...

Naturalmente que estábamos todos allí -dijo el viejo Qfwfq-, ¿y dónde bamos a estar, si no? Que pudiese haber espacio, nadie lo sabía todavía. Y el tiempo, ídem: ¿qué quieren que hiciéramos con el tiempo, allí apretados como sardinas?
He dicho "apretados como sardinas" por usar una imagen literaria: en realidad no había espacio, ni siquiera para estar apretados. Cada punto de nosotros coincidía con cada punto de los demás en un punto único que era aquel donde estábamos todos...
Italo Calvino. Todo en un punto.