Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

domingo, 31 de agosto de 2014

Primer partido

Entramos un poco con el tiempo justo. Cuando accedimos al graderío los jugadores ya estaban completando el calentamiento. Faltaban 15 minutos para el comienzo del partido y las gradas estaban medio vacías. Imaginé más ambiente. Los únicos que se hacía notar eran los sindicalistas que se manifestaban en el acceso por el que iba a entrar el Rey Juan Carlos. Y tampoco eran muchos. Había más policía que manifestantes.

Nuestros asientos estaban en la esquina del último gallinero. Desde allí los jugadores se veían diminutos a pesar de su envergadura. Nos hicimos unas fotos de recuerdo pero el ambiente era frío. Empecé a emocionarme cuando presentaron a los jugadores. Me acordé de Sonia y Héctor, en el salón de casa, viéndolo por la tele.

Y enseguida el partido. Qué bueno es Pau, qué bueno es Navarro... y los iraníes, aun inferiores, no son unos mantas. El pabellón se fue llenando pero seguía habiendo algunos claros. No hubo "lleno hasta la bandera" como he leído hoy en un periódico. Lo que sí hubo es una ovación extraordinaria y sorprendente (para mí) cuando el Chacho sustituye a Ricky. No se puede negar que el chachismo existe y es abrumador. Yo soy un infiltrado entre tanto fan de las barbas. Le comento a Álvaro, chachista de pro, mi escepticismo. A lo largo del partido le voy señalando las pérdidas de balón innecesarias. pero no hay manera de convencerlo.

En los primeros instantes del segundo cuarto tenemos la oportunidad de mejorar nuestra ubicación. El personal de la organización indica a los habitantes del gallinero que podemos ocupar los asientos vacíos situados más abajo. Nosotros cruzamos el pabellón para sentarnos en la zona noble, cuatro filas por debajo del palco de autoridades. Desde aquí sí que vemos bien a los jugadores. Parece otro partido.

En el descanso hacemos más fotos de recuerdo. Ahora más contentos.


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