Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

lunes, 23 de enero de 2012

Mal cuerpo

Esta mañana tuve una entrevista con la madre de un alumno de mi tutoría. Fui yo el que concertó la cita porque quería ponerla al día sobre la evolución de su hijo. Nada importante. No la habría citado si no fuera porque la conozco del año pasado y sé que le gusta estar informada de estas cosas. En todo caso un trámite al que no le pensaba dedicar más de veinte minutos.

Me sorprendió el saludo tan efusivo. Y enseguida las lágrimas. No por nada que yo le contara, si casi no había tenido tiempo de empezar a hablar. El problema, o mejor dicho los problemas que está atravesando la familia. No es la primera vez que me cuentan penas ni que lloran contándomelas, pero no termino de acostumbrarme. Especialmente si se trata de un adulto mayor que yo y del que apenas conozoco nada aparte de su nombre. Me parece natural consolar a un alumno que se viene abajo en un momento dado. Pero con los padres me quedo descolocado. Me siento un poco intruso ante el dolor ajeno.

Hoy no me lo esperaba y me ha dejado mal cuerpo para el resto del día.

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