Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

viernes, 20 de enero de 2012

Recursos humanos

Tu decisión más acertada. Ese es el eslogan con el que las Fuerzas Armadas pretenden motivar a los alumnos de 2º de Bachillerato para que opten por la carrera militar. Esta semana estuvo en el instituto el comandante responsable de "captación" de la zona.

La charla fue muy interesante y a mí se me hizo corta (una hora). Aunque parezca mentira, en ningún momento se habló del ejército (o de las Fuerzas Armadas). El comandante, didáctico y ameno, centró su intervención en las innumerables ventajas que para los alumnos supondría estudiar en un Centro Universitario de la Defensa (CUD): la doble titulación militar y civil, el inglés necesario para las reuniones internacionales, el carácter para poder tener a treinta o más hombres (y mujeres, que varias veces recalcó que las Fuerzas Armadas españolas son las más igualitarias de nuestro entorno) a su cargo, la posibilidad de pilotar un avión o de manejar la tecnología más puntera...

La responsabilidad es tan alta que no cualquiera puede ingresar en los CUD. Hace falta una nota muy alta en selectividad, aprobar un examen de inglés eliminatorio y superar unas pruebas físicas y psicológicas (el aspirante debe realizar unos tests de personalidad sobre los cuales el comandante pasó de puntillas. Es una pena, me hubiera gustado conocer en qué consistían exactamente esos tests, como se evalúan o si también son eliminatorios). Además, los aspirantes deben estar limpios de antecedentes penales, superar un control médico y no consumir drogas. Al parecer el ejército realiza periódicamente controles antidoping y el consumo de sustancias estupefacientes es motivo de expulsión.

Sí, es difícil ingresar en el ejército como oficial. Pero es que las Fuerzas Armadas sólo quieren a los mejores, a los más preparados, a los "elegidos". A cambio les da todo. A saber: matrícula universitaria, alojamiento, ropa (uniforme, se supone) y comida gratuita durante los años de estudio. Además, durante los dos primeros cursos los cadetes reciben un "sueldo" de 375 € netos al mes. En los tres últimos cursos el "sueldo" asciende a 550 € netos aproximadamente. Y al cabo de los cinco años: dos títulos (el militar, en grado de teniente o alferez de navío; y el civil, en grado de ingeniero industrial) y un empleo asegurado y de por vida con un sueldo inicial de 1750 € netos al mes. Cobrando desde el mismo mes en que uno se licencia del CUD. ¿Quién conoce algún teniente en paro? No existe tal figura.
375 € -- 550 € -- 1750 €


Cada una de esas cifras era una auténtica bomba. 375 €, murmullos. 550 €, ojos desorbitados. 1750 €, interés completo y a plazo fijo durante el resto de la charla. Al terminar, de regreso al aula, sorprendí a varios alumnos comentando entusiasmados su intención de solicitar más información y alistarse. No quise romper el encanto. Pero criaturas, ¿a dónde pensáis ir con vuestro expediente académico? ¿Sólo habéis escuchado la parte del dinero? ¿No os habéis enterado de que hace falta una buena nota de selectividad, de que los estudios civiles son de ingeniería y vosotros estáis estudiando el Bachillerato de Sociales y estáis aprobando Matemáticas raspados o ni eso, de que hace falta un nivel de inglés, de que....? 

Lo cierto es que ninguno del más de centenar de alumnos que escucharon la charla tenían la más mínima opción de ingresar en un CUD. Para eso tendrían que haberse preparado desde mucho antes. ¿Para qué, entonces, todo aquello? Para las Fuerzas Armadas todo son ventajas: campaña de buena imagen entre la juventud y captación de alumnos con bachillerato para la tropa (lo más importante y fundamental del ejército, en palabras del comandante, quien también informó de que en las últimas convocatorias casi un cuarto de los aspirantes a ingresar en el ejército como tropa eran licenciados universitarios).

En cualquier caso fue interesante conocer el proceso de selección de los futuros oficiales de las Fuerzas Armadas. Me parece bien que el Estado destine una partida importante para sufragar los estudios de los alumnos más preparados y que les ofrezca trabajo una vez terminados los estudios. De hecho es una buena forma de aprovechar la inversión realizada. Lo que no entiendo es por qué ese tipo de selección se limita (que yo sepa) a las Fuerzas Armadas. ¿Por qué no se selecciona a los mejores alumnos de Bachillerato que aspiren a desarrollar una carrera científica, se les paga los estudios en centros altamente especializados y luego se les contrata en centros de investigación estatales?

Casualidades de la vida (o no), mientras escribo esta entrada recibo un correo de un compañero, profesor de Biología. Copio y pego:

La situación de la Ciencia en España ha llegado ya a límites desesperados. Por favor, firma esta petición, si te parece oportuno:
http://actuable.es/peticiones/casilla-apoyo-la-ciencia-la-declaracion-la-renta

y difunde la petición. Muchas gracias.


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3 comentarios:

  1. Lo malo es que no se menciona que, cuando uno entra en las Fuerzas Armadas, existe la posibilidad de que luego le manden a una guerra. Ese es el fin del ejército, y no otro.
    Aquí en los EE.UU. reclutan a muchísima gente porque así tienen la oportunidad de viajar, conocer mundo, ganar dinero..., pero, ay, luego los mandan a Iraq, Afganistán, o donde toque. Hay mucha tela que cortar en este tema, creo yo.

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    1. No se habló ni del ejercito ni del trabajo que les espera a los futuros tenientes (sueldo aparte). La charla se centró en lo que las Fuerzas Armadas pueden ofrecer a los "elegidos" para la carrera militar, en ningún momento se mencionó lo que las Fuerzar Armadas exigirían a cambio (aparte de aprobar las asignaturas de la carrera y de no drogarse).

      Yo me quedé con la duda de si un cadete podía renunciar a continuar en el ejército una vez obtenido el grado de ingeniero industrial. Supongo que no, que ingresar en un CUD supone firmar algún tipo de contrato que obliga a ambas partes durante una serie de años.

      Lo que está claro es que el comandante que dio la charla vino a vender su producto y lo hizo estupendamente.

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  2. Muy bueno, Eduardo. Sobre todo cuando lo del Bachillerato de Sociales. Ja ja...

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