Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

lunes, 25 de junio de 2012

Pepito Piscinas

Poco antes de la diez de la mañana me encontraba en la piscina del gimnasio. Mil metros en poco más de veinticinco minutos. Disfrutando de la sensación de avanzar en el agua, la calle para mí solo. Las endorfinas hacen su trabajo y la sensación de bienestar se completa al repasar mentalmente lo que me espera en las próximas horas. Se palpan las vacaciones.


A las doce aproximadamente llegamos a la piscina del club. Al entrar en el aparcamiento Héctor exclama desde su sillita: "Esta piscina me gusta". Nos esperan los abuelos, los tíos y los primos. Parece verano. Ahora caigo en que es verano.


A las dos de la tarde, mientras Sonia le da de comer a Hector, bajo a darme un baño a la piscina del residencial. Es una piscina pequeña que apenas frecuentamos (y no frecuentaríamos de no ser por Héctor). Hace un sol de justicia y no hay un resquicio de sombra. El baño no dura más de cinco minutos. Suficiente para batir el record.


Por la tarde fuimos a ver el partido de España a casa de unos amigos en la sierra. La casa tiene piscina. Nos bañamos antes y durante el partido. A las once y cuarto de la noche, cuando salimos de la casa de nuestros amigos, el coche marcaba 26 grados. Veinte minutos más tarde, al llegar a la ciudad, el termómetro del coche alcanzaba los 32 grados.Verano cordobés. He cumplido el objetivo tonto que me marqué esta mañana bajo la influencia de las endorfinas: me he bañado en cuatro piscinas distintas (de instalaciones distintas) en un mismo día. ¡El sueño de cualquier niño!

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