Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

lunes, 6 de febrero de 2012

Alguien tiene que ganar

Hace un par de años un compañero de trabajo me comentó que a él y a su novia les gustaba jugar al póker por internet. Al parecer participaban en competiciones en las que no se apostaba dinero. Me quedé a cuadros. Desde mi práctica ignorancia del asunto, considero que jugar al póker sin apostar es como jugar al fútbol con una lata de refresco en lugar de balón. Nada que ver. Y lo afirma alguien que no ha jugado nunca al póker ni al fútbol.

Poco tiempo después me enteré de que una conocida mía se dedicaba profesionalmente al póker. Se trata de una chica joven, sin llegar a la treintena, con estudios universitarios y ningún antecedente familiar relacionado con el juego. De hecho, en un primer momento la familia reaccionó con disgusto y preocupación. Ahora parece que ya lo han aceptado, especialmente desde que gana cada vez más dinero. Es un trabajo como otro cualquiera, con su horario y sus obligaciones. Debe participar en una serie de partidas on line cada día para mantenerse en el ranking. Periódicamente acude a competiciones "no virtuales" con un grupo de asociados. Hacen bolsa común y así hay "ganancia segura". En resumidas cuentas, que en unos tiempos en los que los jóvenes parecen no tener salida, esta chica ha encontrado una manera de ganarse la vida más que desahogada gracias al póker. Al parecer sus ingresos mensuales superan ampliamente el salario medio de un profesional liberal cualificado.

Esta semana curioseando en la librería de El Corte Inglés me encuentro con esta portada:


Atónito, leo en la contraportada: ¡Es el deporte de moda. Todo el mundo habla de poker! En televisión, en Internet, en la universidad, en la oficina... nadie escapa a la fascinación por el juego de cartas más universal. Y Además, el poker de hoy en día ya no tiene que ver con aquel juego "para tipos duros" característico en las películas del Salvaje Oeste. Ahora el poker lo practica gente normal y es un verdadero fenómeno social al alcance de todos.

Abro el libro y no doy crédito a lo que leo. En una página, resaltado en un margen, encuentro la cita de un desconocido para mí, pero que supongo que será un reconocido jugador de póker: La verdad es que no juego bien pero alguien tiene que ganar.

Devuelvo el libro a su anaquel con dos pensamientos. Primero: vivo en una burbuja y no me entero de la misa la mitad. Segundo: ¿dónde están los perdedores de esta historia en la que incluso los que no saben jugar ganan?

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1 comentario:

  1. Los perdedores, evidentemente, no están en el libro. Pero es que no son perdedores realmente, es que todavía no les ha llegado su momento. A mí lo del juego no me gusta nada, pero ya ves, hay gente pa tó. Sobre todo, como tú dices, en estos tiempos turbulentos, hay que estar abierto a todo.

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