Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

martes, 26 de julio de 2011

27 años

Con el fallecimiento de Amy Winehouse me entero de la existencia de la maldición de los 27. En términos estadísticos diríamos que 27 años es la moda, la edad a la que con mayor frecuencia suelen fallecer músicos carismáticos en llamativas circunstancias (su juventud es sin duda la más llamativa de todas). Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Kurt Cobain y, ahora también, Amy Winehouse.

Casualmente, 27 años es una edad que he tenido como referente vital desde la adolescencia, desde el 3 de diciembre de 1989, el día en que Fernando Martín se mató en un coche. A los 27 años.

Ninguna muerte de un personaje público me ha impactado tanto. Ni de lejos. Recuerdo perfectamente el momento en que me preguntó mi padre: ¿no te has enterado? Yo iba hacia la cocina a merendar algo. En la mesa estaba el radiocasete gris dando un programa de deportes. Era domingo por la tarde y al día siguiente tenía examen de Física y Química. Como era costumbre había dejado todo el estudio para última hora y a la angustia del domingo se le sumaba la angustia del examen.

Me viene todo a la cabeza: el piso de Ollerías, los abuelos en la salita, las imágenes del telediario. Me acosté escuchando el programa de José María García hasta las tantas. A las 7.30 de la mañana siguiente, cuando pasaba a recogernos el autobús que nos llevaba a la Universidad Laboral, no había otro tema de conversación. Me dolió que la gente hiciera chistes: ya está cerca de las estrellas (en referencia al mítico programa de Trecet). Recuerdo llegar a la clase, al fondo del pasillo, todavía de noche a esas horas, y encontrar a Isidro gastando una broma. Me enseñó su carpeta. La había forrado con una caricatura de Fernando Martín dibujada por Andrés Jiménez, alias Jimix. Por recordar, recuerdo hasta la nota que saqué en el examen de formulación: un 8.5. Me pareció milagroso con lo poco que había estudiado.

Durante años guardé los recortes del Marca de los días siguientes. Unos meses antes había empezado a guardar recortes de prensa deportiva, especialmente noticias de baloncesto y de ciclismo. Tenía recortada la previa del segundo partido de play-offs de la final de la liga de la temporada anterior: Fernando Martín, baja crucial. También guardé durante años la cinta de video en la que grabé el reportaje que emitió Informe Semanal. Con las primeras imágenes sonaba una canción que tardé años en identificar. Es la que está sonando ahora. Runaway de Del Shannon

27 años y una vida completada. Desde mi perspectiva de adolescente, 27 años parecían dar para mucho. Para triunfar en el baloncesto europeo, para ir a la NBA y para regresar un poco como de vuelta de todo. Luego fui cumpliendo años y me parecía que mi vida no terminaba de arrancar cuando la de Fernando Martín estaba casi por finalizar. Cuando cumplí 27, recién había dejado un trabajo que no me llenaba, me estaba divorciando y el porvenir era tan incierto como el presente. El tiempo transcurría cada vez más deprisa pero mi vida se desarrollaba a cámara lenta. En fin.

Seguí cumpliendo años y esa referencia cronológica quedó atrás hasta que la muerte de Amy Winehouse ha venido a recordármela. Caigo en la cuenta de que pronto voy a cumplir diez años más de los que tenía Fernando Martín cuando murió. Y me entra una sensación rara, como si hubiese vivido varias vidas. Seguramente es así. El final cambia la historia.





_

2 comentarios:

  1. Querido Esuomi:

    Nunca había oído hablar de la maldición de los 27, y me ha resultado cuando menos curioso, más que curioso, intrigante.

    Muy emotivo tu recuerdo sobre el Gran Fernando Martín. Curiosamente, es una de las muertes de personas famosas que más recuerdo...!Qué casualidad! En mi caso, ha quedado una imagen, recuerdo perfectamente una imagen de los reportajes que comentas: Las fotos de Fernando que llevaba en el coche para firmar autógrafos a los fans...La imagen de esas fotos llenas de sangre tras el accidente. Además de ello, recuerdo que por aquel tiempo (un año o dos años antes), en unos famosos bollos con chocolate, salía una colección de pegatinas de baloncesto, y recuerdo la pegatina de Fernando...Con fondo morado (evidentemente) y haciendo un mate...

    Mis 27; para mí fueron simplemente fabulosos. Estaba trabajando por aquel entonces por una localidad muy lejana a mi querido Campo de Calatrava, pero que hoy en día me trae unos recuerdos imborrables. Por aquel entonces conocí a una gente maravillosa, con la que por suerte, sigo contando aún. Aunque nos veamos menos de lo que quisiéramos, siguen ocupando un lugar muy importante en mi corazón. !Gracias a todos por seguir ahí!

    Un abrazo enorme !

    Juan

    PD: Me encanta el tema que has puesto en la entrada. Pero permíteme que mientras te leo, me ponga yo mentalmente un tema que me encanta: "Show must go on"

    ResponderEliminar
  2. Juan, tú sí que tuviste unos buenos 27. ¡Y lo digo con conocimiento de causa! ;-)

    ResponderEliminar