Cita



El momento de la verdad nunca llega, el momento de la verdad nunca se va.
Ramón Eder

viernes, 8 de julio de 2011

El profeta del jazz



La primera vez que compré entradas para un concierto de Wynton Marsalis no tenía ni idea de quién era. Fue en el festival de jazz de San Javier del año 2007. En realidad lo que atrajo mi atención del cartel fue el acompañamiento: la Jazz at Lincoln Center Orchestra, una big band formada por quince músicos contando al propio Marsalis y con un membrete, Lincoln Center, de inconfundible aroma neoyorkino. Para qué quieres más.

En los días que pasaron desde que compramos las entradas hasta el concierto pude comprobar en internet que Wynton Marsalis es uno de los músicos de jazz con más prestigio en la actualidad. El concierto fue muy bueno. Lástima que no haya encontrado ningún vídeo de aquella actuación. Lo que está sonando es un concierto que dieron en Stuttgart ese mismo año.

Desde entonces le voy siguiendo la pista a Wynton. Leo todas las noticias que aparecen sobre él en la prensa. Que no son muchas, la verdad, dado que el jazz (y la música en general, salvo beyoncé, bisbal y similares) está desaparecido de los medios de comunicación generalistas. Aún así, de vez en cuando se publica alguna noticia o artículo en el que se menciona a Wynton Marsalis. Dos impresiones se fueron asentando en mi mente de manera difusa. Primera, Wynton Marsalis es el músico de jazz en activo más famoso, desde luego el más conocido, si no el único, entre los no aficionados al género. Segunda: Wynton Marsalis es un estirado, un antipático, un músico técnicamente perfecto pero rígido y cuadrículado, no demasiado "querido" por sus colegas. Desde luego esa no era la impresión que a mí me había dado durante el concierto pero quién sabe.

Me temo que la prensa generalista alcanzó su esplendor en el siglo XX. Supongo que sobrevivirá aunque no sé bien en qué condiciones. Es imposible que pueda competir con internet. Hay tanta gente con conocientos de todo tipo que vierte informaciones y opiniones más rigurosas y mejor fundadas que las de cualquier periódico en miles de blogs vídeos, páginas webs, etc., que no hay tiempo para atender a todo. La única pega es toda la morralla que oculta las gangas. Pero con paciencia y guardando los hallazgos en "marcadores", tendremos una selección de textos impagable y mejor que la de cualquier periódico. Aunque para ser justos hay que reconocer que algunos de esos textos han sido publicados previamente en prensa.

Toda esta divagación viene a cuento de que mi relación con Wynton Marsalis entró en niveles más profundos gracias al blog de jazz de Carlos Pérez Cruz. Todo empezó con una entrada en el diario de Muñoz Molina titulada El ritmo en la sangre. En los comentarios subsiguientes salió la anécdota del espectador que exigió que le devolviesen la entrada en el festival de Sigüenza porque lo que tocaban los músicos no era jazz sino música contemporánea. Aquí podéis leer la noticia tal y como se publicó en El País. Carlos Pérez le dedicó una entrada muy interesante en su blog a la interpretación de lo sucedido. Posteriormente escribió una segunda entrada sobre la intervención de Wynton Marsalis en el asunto. Ahí me enteré de la importancia de Marsalis no solo como músico sino como poder fáctico capaz de influir en las programaciones de los principales festivales, así como de reescribir la historia del jazz. Un personaje que fue portada de la revista Time (imagen de arriba) en 1990 y llegó a ser considerado en 1996 una de las 25 personas más influyentes de Estados Unidos por esa misma revista.
La opinión que Carlos Pérez tiene sobre cómo Marsalis utiliza su poder no es demasiado buena. Tampoco parece demasiado favorable la opinión del propio Muñoz Molina cuando afirma estar de acuerdo "en que Brandford es mucho más interesante como músico que su hermano el “neocon” del jazz, como ha sido llamado con ingenio aquí". Y teniendo en cuenta el ascendiente de Amm, esa frase fue la sentencia definitiva.

Pero, afortunadamente, ahí no quedó la cosa. Sonia me regaló por Reyes el libro JAZZ. Cómo la música puede cambiar tu vida escrito por Wynton Marsalis y Geoffrey C. Ward. Lo empecé a leer esta semana y me está encantando. Está escrito en un lenguaje coloquial. Es muy elemental y supongo que para los aficionados al jazz debe ser un libro de parvulario, pero a mí, que soy un completo ignorante musical, me está enseñando mucho. No me extiendo con el libro porque le pienso dedicar una entrada. Y, a mis ojos, ha rehabilitado a Wynton Marsalis. Me ha ganado para su causa aunque seguiré investigando y profundizando en esa música que tanto me gusta, pero que a veces me resulta exasperantemente complicada e incluso aburrida.

Yo no sé lo que es el jazz pero me gusta el jazz tal y como lo interpreta Wynton Marsalis (aunque supongo que no es la única interpretación válida, ni tan siquiera la mejor, ahí radica la polémica). Y estoy deseando volver a escuchar en directo su trompeta y al resto de la Jazz at Lincoln Center Orchesta.

Eso será mañana, a las 21.30 en el auditorio de San Javier.

1 comentario:

  1. Visto que lo has calificado de "imprescindible", lo apuntaré para escucharlo este verano. A lo mejor se me abre una puerta nueva, porque hasta ahora de jazz he escuchado poco nada.
    Dicen que la música eleva el espiritu, y es verdad, porque el otro día que fui a ver a Vicente Amigo, noté mi transformación a lo largo del evento (claro, que teniendo en cuenta el cansancio acumulado,hasta en el dentista noto el hecho de estar un rato sin hacer nada).Espero que el concierto os haya sentado bien, y esperamos la crítica...

    ResponderEliminar